Actividades Parroquiales

Construir el reino de Dios es algo que compete a todos los cristianos. Todos estamos invitados a colaborar en esta tarea según nuestra vocación y capacidad. ¿Cuál es mi sitio en mi parroquia?

La Primera Comunión supone para los niños un profundo encuentro con Jesucristo, que debe ser preparado con toda seriedad e ilusión. Las catequesis les ayudarán a conocer al Señor.

Por el sacramento de la Confirmación el bautizado se constituye en cristiano plenamente maduro. Quien recibe este sacramento es fortalecido con el poder del Espíritu Santo para ser testigo de su fe y para extender el Reino de Dios.

Nuestro mundo presenta retos difíciles para aquéllos chicos que quieren ser fieles a su fe y evangelizar en sus ambientes. Necesitan un grupo de amigos cristianos que les ayude a ser testigos de Cristo.

¿Cómo dar razón de nuestra fe si no la conocemos? ¿Cómo iluminar el mundo si yo no tengo claridad? Hay que prepararse para dar la respuesta que nuestro mundo demanda y Dios nos pide.

Los jueves nuestra parroquia se reúne ante el altar para adorar por turnos la eucaristía y rezar por nuestro pueblo y el mundo entero. Todos somos insustituibles para Cristo. También a ti te espera

El canto es una expresión de júbilo, una forma de orar que une los corazones de los fieles en la alabanza a Dios. Tanto el coro de adultos como el de niños nos ayudan a vivir más intensamente la liturgia.

Son tantas las prisas y responsabilidades de nuestra vida que necesitamos hacer silencio y serenarnos para experimentar la presencia de Dios en nuestra vida. Los retiros nos ayudan a ello.

La vida cristiana sólo es auténtica cuando se traduce en una preocupación eficaz por los hombres concretos, especialmente los más necesitados. Caritas canaliza esa inquietud de nuestra comunidad.

Seguramente ninguna situación sea más dura, y necesite tanto del consuelo humano y espiritual, como la enfermedad. Es una exigencia de nuestra fe visitar y atender espiritualmente a los enfermo.

Hay actividades que son fundamentales para el desarrollo de la vida de nuestra parroquia. Son las más ocultas y básicas, las más cotidianas y discretas. Quizá sean las menos visibles, pero son las más apreciadas por Dios.