El itinerario de iniciación cristiana es progresivo, y consiste en que el catecúmeno reciba los tres sacramentos de iniciación: bautismo, eucaristía y confirmación. Sería, por tanto, una deformación de ese proceso darlo por concluido cuando el candidato aún no ha alcanzado la plena iniciación en la vida de Dios que ofrece la Iglesia. No basta haber recibido la Primera Comunión para ser cristiano pleno.
Esta plenitud sólo se alcanza con la recepción del don del Espíritu Santo, el mismo Espíritu que recibieron los apóstoles el día de Pentecostés. De modo, que sin este sacramento, el cristiano se queda como incompleto e incapaz de vivir de una forma madura la fe que ha recibido, porque le falta la gracia del Espíritu Santo que le configura con “Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien” (Hch 10,38).
Hemos subrayado tanto el don de la Eucaristía y su celebración social y profana, que la confirmación queda como “el postre” opcional para los más piadosos. Sin embargo, la Iglesia no deja de alentar a sus hijos a que reciban el don que nos constituye en testigos cualificados de Cristo y en miembros plenos de su Iglesia.
La parroquia consciente de la importancia de la recepción de este sacramento para culminar la iniciación cristiana, oferta a los niños que acaban de recibir la Primera Comunión, la posibilidad de prepararse para la recepción de la confirmación en grupos catequéticos.
La catequesis de confirmación se desarrolla en dos cursos, donde los chicos profundizan en la primera síntesis cristiana recibida durante el período de preparación para la Primera Comunión.
Las reuniones son semanales, los jueves de 5’30 a 6’30 de la tarde, en las Escuelas Parroquiales.
Aunque estos chicos tienen entre 10 y 12 años y, por tanto, ya tienen una mayor autonomía con respecto a sus familias, no dejan de estar necesitados de la implicación y del acompañamiento de sus padres, que siguen siendo para ellos los primeros formadores en la fe. Por eso, conserva todo su valor la necesidad del contacto permanente entre padres y catequistas, las reuniones y, en suma, el interés y seguimiento de los niños. Tanto más, ahora que los chicos empiezan a asomarse a una edad más delicada, donde cobran mayor peso las influencias ajenas al ámbito familiar.
Los padres pueden ayudar enormemente a mantener los requisitos de puntualidad y asistencia de sus hijos, que siguen siendo exigibles y necesarios para dar seriedad a la formación de los chicos.
Así mismo, la asistencia habitual de la eucaristía, la confesión y la comunión frecuentes son elementos esenciales para que vayan orientándose a la recepción del Espíritu Santo. Por ello, la participación en la misa, ahora con nuevas responsabilidades, que pueden asumir si lo desean (coro, monaguillos,…), es esencial para ellos. Por ello, es preciso recordar que ningún chico que no participe habitualmente de la misa dominical puede recibir la confirmación.
En esta fase de su formación y en la de posconfirmación son una ayuda muy eficaz las convivencias. Éstas son encuentros de un día con chicos de otras parroquias en los que hay oración, juegos, reunión por grupos, deportes… Suelen girar cada una de estas convivencias en torno a un tema. Solemos tener tres durante el curso, una por trimestre.
Para los chicos que, por cualquier motivo, inicien su preparación para la confirmación con una edad más avanzada, se articulará, en la medida de lo posible, un plan formativo adecuado a su situación. En el caso de los adultos, véase lo dicho en “Iniciación cristiana de adultos”.
También existe un grupo de profundización en la fe para los padres que lo deseen, que se reúne, junto con los padres de primera comunión, los martes de 5’30 a 6’30 en los salones parroquiales, y que cuenta con un servicio de guardería.
La inscripción de los niños para la catequesis de confirmación se realiza en la segunda quincena de septiembre; aunque los niños que ya han estado preparándose en esta parroquia para la comunión son avisados por sus antiguos catequistas. Los chicos que vienen por primera vez han de inscribirse los martes o viernes de esta segunda quincena de septiembre, de 5’30 a 6’30 de la tarde, en los Salones Parroquiales.
Resumen: La catequesis de confirmación dura dos cursos. Se inicia con 10 años, al comenzar quinto de primaria. Los grupos se reúnen los jueves de 5’30 a 6’30, en las Antiguas Escuelas Parroquiales. La inscripción se formaliza en la segunda quincena de septiembre.