Don Alejandro nació en Morgovejo (León) el 9 de febrero de 1896: Sus padres se llamaban Demetrio y Florentina. Estudió en los seminarios de Alcalá y de Madrid, incardinándose en la diócesis en 1918. Fue nombrado párroco de Los Molinos en abril de 1923 y permaneció en su puesto hasta el comienzo de la guerra civil, dejando un recuerdo muy positivo entre los hijos de quienes le conocieron.
Fue él quien registró varios de los inmuebles y parcelas de la parroquia.
A finales de julio de 1936, ante las noticias de los asesinatos de los sacerdotes de los pueblos vecinos (Moralzarzal, Navacerrada y Collado Mediano) se le ofreció huir a través de la sierra hsta la zona nacional, pero él se negó. Don Alejandro escribió una carta al Comité rojo poniéndose a su disposición, a lo que le respondieron: “que no tenga prisa, que ya llegará su hora”.
Ante la presión del frente de guerra, consintió ser trasladado por un feligrés a Becerril de la Sierra y, luego, a Moralzarzal, donde fue reconocido y denunciado al Comité local. Estando enfermo, lo sacaron el 20 de agosto de 1936 en camilla de la cárcel y lo llevaron en un coche por la carretera de Villalba, donde debieron fusilarlo. Tenía cuarenta años de edad.
Ha sido incorporado a la causa de canonización de 56 mártires del siglo XX en Madrid. La apertura de dicha causa tuvo lugar el 18 de marzo de 2017. Llegue o no a los altares es un motivo de gran orgullo para nuestra parroquia contar con un testigo de fe tan valiente, que dio su vida por fidelidad a Cristo.