Es importante recordar que sigue suspendido el precepto dominical, de modo que no peca quien no asista a misa el domingo. Es más, quizá sea lo más recomendable para las personas mayores, los que están en situación de riesgo, o los que presentan síntomas que pudieran ser de la enfermedad. Estas personas pueden celebrar en casa una liturgia familiar que puede consistir en hacer las lecturas, meditarlas o comentarlas, elevar preces al Señor, recitar el padrenuestro, realizar una comunión espiritual y culminar con una breve oración. También se puede seguir la misa por televisión. Si alguna persona que se encuentre en esta situación desea que el sacerdote le lleve la comunión sólo tiene que ponerse en contacto con él.

Para celebrar las misas guardando las exigencias sanitarias y el respeto debido a la casa de Dios, tendremos que respetar las siguientes normas:

  • -Hemos de ocupar sólo la mitad del aforo de la iglesia. Dado que las personas que caben sentadas son 244, el aforo máximo permitido son 122.
  • -Para garantizar la distancia mínima entre fieles hemos quitado bancos, y hemos asegurado una distancia de seguridad apropiada entre cada persona..
  • -La entrada de la iglesia se realizará exclusivamente por la verja de entrada, aunque sólo se abrirá una hoja de la verja para poder contar una a una las personas que vayan llegando, y para ofrecerles hidrogel para las manos. Las puertas de la iglesia estarán abiertas para que no haya que tocarlas, tanto las centrales como la del coro y la lateral derecha.
  • -Todos los fieles han de traer mascarilla y conservarla puesta durante toda la misa; naturalmente, salvo en el momento de recibir la comunión, aquellos que vayan a comulgar
  • -En el interior están señalados los sitios que se han de ocupar con cinta de carrocero. Se ruega que sólo se ocupen esos sitios pues garantizan la distancia mínima.
  • -Para evitar que alguien se arrodille y la persona del banco delantero permanezca de pie, o a la inversa, acortando así la distancia de seguridad, todos los fieles deben guardar la postura que prescribe la liturgia, de forma unánime. De modo que, cuando haya que estar de pie, arrodillados o sentados, lo estemos todos. Si alguna persona tiene impedimentos físicos para arrodillarse o permanecer de pie, lo ideal es que se sitúe en alguno de los bancos del final de cada fila, de modo que no tenga a nadie detrás.
  • -El rito de la paz es potestativo. En principio lo evitaremos. Pero, si en algún caso, el sacerdote invita diciendo: «daos fraternalmente la paz», los fieles lo harán con una leve inclinación de cabeza y desde sus sitios.
  • -Para la comunión, los fieles que no vayan a comulgar se sentarán y un voluntario ofrecerá hidrogel a los que estén de pie. Luego los ministros se acercarán a los que estén de pie para darles la comunión (preferiblemente en la mano), y éstos no tendrán que moverse. No conviene llevar guantes, tanto porque son un foco de infección como porque no es lo más digno para recibir la eucaristía.
  • -Lo aconsejable, en esta situación sanitaria que estamos viviendo, es recibir la comunión en las manos. Pero, si alguien siente en conciencia que debe recibir la comunión en la boca, debe hacerlo al final, después de la comunión de los demás. Para ello, estos fieles han de situarse en los brazos de la iglesia, que serán los últimos lugares a los que se lleve la comunión.
  • -La colecta se realizará al final de la misa. Se colocarán unas cestas en las puertas de salida. Es conveniente que nadie se detenga al echar los donativos, para evitar crear un tapón que impida mantener la distancia de seguridad.
  • -La salida se realizará por las cuatro puertas del templo, que previamente habrán sido abiertas por los voluntarios para que no haya que tocarlas. Conviene salir ordenadamente por la salida más cercana, ya sea la puerta central, la del coro, o cualquiera de las dos puertas laterales.
  • -Los bancos se desinfectarán antes de cada misa. Los domingos, al ser misas tan seguidas y para facilitar la desinfección, no se deberá prolongar mucho la acción de gracias privada.
  • -La desinfección más profunda de la iglesia se hará un par de veces a la semana. Y, cuando sea oportuno se utilizará la máquina de ozono que la parroquia ha comprado para desinfectar el templo con más garantías.
  • -Finalmente, rogamos que a la salida no se paren en el atrio, para no crear un obstáculo y evitar perder la distancia de seguridad.

Si respetamos todas estas medidas, podremos celebrar con dignidad y profundidad el culto cristiano, adaptándonos a la situación que estamos viviendo.